Finalmente y en medio de una copiosa lluvia, el Apóstol de Jesucristo fue a visitar a una pequeña iglesia conocida como Suba, cuyo ministro es un joven llamado Kenier León, quien junto con los hermanos aguardaban la llegada de la insigne visita en la segunda planta de un apartamento que tienen habilitado como Casa de oración, mientras construyen un templo más grande en otro terreno que ya adquirieron cerca del lugar.