¡Verán grandes maravillas y milagros! anticipa el Ungido de Dios a los nuevos batallones

AMOZOC DE MOTA, Pue. México (Berea Internacional) — ¡Dios ha bendecido en grande manera a esta reunión!, dijo esta noche el Excelentísimo Apóstol de Jesucristo, Naasón Joaquín García, al anunciar que mañana lunes se reanudará la ya nutrida lista de jóvenes que fueron tomados para integrar batallones espirituales. Aquí en Puebla se empezó a escribir otro brillante capítulo de la historia del Pueblo del Señor.

Al oír uno tras otro los nombres de valientes soldados cuyos corazones saltaban de alegría por haber escuchado un destino para sus vidas, es tiempo de que testifiquemos: ¡Ciertamente Dios Ama a su Apóstol, Naasón Joaquín García! Sin duda, esta noche hubo fiesta en los cielos y en la tierra. Cientos de batallones espirituales fueron nombrados para salir a Europa. Centro y Sudamérica, África, y México. Jóvenes matrimonios, señoritas y varones jóvenes, corrían al frente porque alcanzaban un caro anhelo: servir al Ungido de Dios.

Apenas en la mañana nuestro padre en la fe, el Apóstol de Dios, quien encabeza aquí en la tierra al Ejército Espiritual del Señor, había anunciado que pediría a Dios que impartiera a los misioneros parte de su espíritu y esta noche constatamos que el Señor se lo concedió. La bendita y larga lectura de los integrantes de batallones fue coreada con ¡Glorias al Señor! incesantes. Los jóvenes seleccionados, estallaron en júbilo, marchaban con el puño en alto. ¡Qué noche tan feliz!

Luego de tan rica disposición juvenil, el Gran Apóstol de Jesucristo destacó: “No vas a lugares donde ya hay iglesia, llegará la nostalgia, que es lo más pesado, y cuando llegue acompañada de tribulación, angustia, persecuciones, ahí te acordarás de esta palabra. Doblarás tus rodillas, pedirás al Señor, Señor Tú prometiste a tu siervo y en nosotros, tú estarás cumpliendo esa palabra”.

El Ángel del Evangelio Eterno añadió: “Sabrás que tu hermano Naasón tiene los brazos levantados orando por ti y en todas mis oraciones me acordaré que Dios te bendiga, te proteja y provea lo necesario para que sigas adelante”.

Al final, el siervo del Señor les pidió confiaran en su palabra, en que Cristo venció al mundo y con Cristo nosotros ¡seguimos venciendo al mundo! Además, anunció que seguirán viendo maravillas de Dios.

Los jóvenes están felices, en unidad perfecta, porque en ellos posa el glorioso manto de la Elección.